Los últimos meses fueron difíciles...
La muerte nunca es fácil de aceptar. Menos cuando golpea a destiempo.
El 20 de febrero, una repentina y maldita enfermedad se llevó a mi querida Lili, mi hermana del alma.
Su ausencia duele. Es muy difícil acostumbrarse a no tenerla cerca.
Armonía era un proyecto que a ella le encantaba. Creía que podía crecer y convertirse en un espacio nuevo, necesario...
Por ella y para ella, entonces, vuelvo a la carga.
Para vos, amiguita...
La muerte nunca es fácil de aceptar. Menos cuando golpea a destiempo.
El 20 de febrero, una repentina y maldita enfermedad se llevó a mi querida Lili, mi hermana del alma.
Su ausencia duele. Es muy difícil acostumbrarse a no tenerla cerca.
Armonía era un proyecto que a ella le encantaba. Creía que podía crecer y convertirse en un espacio nuevo, necesario...
Por ella y para ella, entonces, vuelvo a la carga.
Para vos, amiguita...
Lili y yo, en marzo de 2005.
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